Blogia
Indigenas Colombianos

Indigenas Sobrevivientes en Colombia

Indigenas Sobrevivientes en Colombia
  1. Kogis

    Los kogis habitan la Sierra Nevada de Santa Marta. Son descendientes directos de los antiguos Taironas. Se distinguen por ser una sociedad femenina, de tipo matriarcal. De ahí que la deidad suprema es una mujer, la madre universal, creadora del cosmos y de todo lo existente, de la cual nació el género humano, la tierra, las plantas y los animales. La mujer cultiva la tierra, siembra, desyerba, cosecha y acarrea los productos de la sementera al hogar.

    Los kogis celebran grandes ceremonias en honor al Sol y la Luna, festejando ritos en su centro sagrado, cuya casa principal simboliza el cosmos. Realizan además conmemoraciones colectivas antes de la siembra para consagrar la semilla. A los sacerdotes kogis se les da el nombre de mama, que también significa sol. Conservan las tradiciones culturales de los Taironas, entre ellas la de mambiar (masticar hojas de coca), para resistir el hambre y las duras jornadas laborales.

  2. Guambianos.

    Habitan el departamento del Cauca, están en el occidente de Tierradentro. Los grupos domésticos son la base organizativa de la vida social de la comunidad; se hallan generalmente compuestos por una familia nuclear (padre, madre e hijos solteros) que viven solos en su propia vivienda. Es frecuente encontrar junto a la familia nuclear, otros miembros como nueras, nietos, padres viudos, etc. En Guambía, las viviendas tienden a ser ocupadas por un grupo doméstico únicamente, aunque se pueden encontrar algunas en las que reside más de uno y casos en que éste está conformado por más de una familia nuclear. Sin embargo, estas situaciones tienden a ser transitorias y generalmente se encuentran asociadas con la presencia de hijos varones con hogares recién conformados, que aún no han construido su propia vivienda. El tamaño promedio de estas unidades domésticas es de 5.8 miembros.

    Sus vestidos de vivos colores resultan muy llamativos y en su mezcla de falda larga y poncho o ruana se perciben influencias indígenas y españolas.

  3. Guahíbos

    Los guahíbos están ubicados en el llano de Casanare, donde permanecen marginados de la civilización occidental, sin permitir intromisión en sus asuntos y su cultura. Viven de la agricultura, la caza y la pesca.

  4. Guajiros o Wayú

    Están ubicados en la península de la Guajira. Tienen tendencia a la vida nómada. Se caracterizan por el matriarcado y su población está dividida en castas. La base de su economía es la cría de ganado y la explotación de las minas de sal y de yeso. Entre sus actividades artesanales se destaca el tejido, que trabajan con gran maestría y perfección, elaborando túnicas, hamacas, mantas y variedad de productos. La lengua guajira posee gran sonoridad por su fuerza tonal variada.

  5. Witotos

    Habitan la región del bajo Caquetá y el Amazonas. Practican la agricultura, la caza y la recolección. Cada familia tumba una parcela de bosque por año y al cabo de tres años la abandona en busca de nueva tierra. Viven en malocas o grandes casas de paja donde están el padre o dueño de la maloca, sus hijos hombres y sus familias y hermanos y viudas.

  6. Ticunas

    Se localizan en el trapecio amazónico. Practican la horticultura, la caza, la pesca, la recolección y el comercio. Son excelentes artesanos y elaboran hamacas, mochilas, canastos y máscaras que son muy apetecidos por los turistas. Además de su organización familiar, en las aldeas tienen un curaca, que es un hombre adulto que coordina el grupo, conoce las tradiciones y creencias y se comunica con los blancos.

  7. Chocoes

    Habitan la costa Pacífica. Cultivan plátano, maíz, caña de azúcar y recientemente cacao y café. Complementan la agricultura con la caza y la pesca. En sus comunidades, existen los chamanes o sacerdotes, que ejercen funciones de curación de enfermedades y de entrar en contacto con los espíritus. No es un oficio hereditario; los chamanes transmiten sus poderes en ceremonias que pueden durar varias noches. Como emblema de su poder, el chamán porta un bastón de madera.

  8. Paéz

    Su hábitat es Tierradentro, uno de los reductos indígenas más importantes, del país. Son primordialmente agricultores y la tierra para ellos es la razón de la vida y la fuente de su seguridad. Están organizados en cabildos que son elegidos todos los años. Los cabildantes poseen varas de mando para simbolizar su autoridad.

    El cabildo está conformado por un gobernador, un comisario, un alcalde, un alguacil y un fiscal, cada uno con funciones específicas. En la segunda década de este siglo, el indígena Manuel Quintín Lame encabezó un movimiento que quería defender los derechos de los indígenas a poseer sus tierras, a defender los cabildos como centro de autoridad y a no ser discriminados por los blancos. Si bien el movimiento fue reprimido, los paeces han mantenido vivos esos ideales y han alcanzado grandes logros como la formación del CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca) que busca recuperar la autonomía política, económica y cultural de los indígenas.

    Los paeces son un grupo que habita el departamento del Cauca. Combatieron ferozmente a los conquistadores y actualmente están dedicados a la agricultura y la ganadería, conservando viva la tradición y la imagen de su heroína, la cacica Gaitana.

  9. Motilón Barí

    Habitan en el departamento de Norte de Santander. Viven en la frontera con Venezuela en la Serranía de los Motilones. Se estima que esta comunidad está integrada por unos tres mil indígenas que sobreviven de la pesca y la cacería. Se alimentan de maíz, bananos, caña de azúcar y cacao. Crían cerdos y gallinas.

  10. Waunaná o Noananá

    Habitan la cuenca del río San Juan, principalmente en su desembocadura, que forma una extensa red acuática que se abre paso entre la selva de manglares para llegar al Océano Pacífico. En una casa grande vive una pareja con sus hijos, nietos y aún bisnietos. El sistema de residencia es patrilocal o sea que al formarse una nueva pareja, se establecerá en la casa del hombre. Los hijos traen sus mujeres a la casa paterna y las hijas dejan su hogar para trasladarse a la de sus maridos. La autoridad familiar es patriarcal: Es el padre, el abuelo o el bisabuelo quien tiene el mando, toma las decisiones y las hace ejecutar. La herencia de hombres, bienes y algunas veces cargos, es bilineal; el individuo lleva tanto el apellido paterno como el materno y se considera que pertenece a las familias de sus dos progenitores. La tradición establece que una vez el padre fundador muere, cada uno de sus hijos se va a otro lugar, construye una nueva vivienda y establece su propia familia. Las nuevas casas quedarán distintas unas de otras, a lo largo de la quebrada entre trescientos y quinientos metros. Cuando la esposa queda con vida se va a vivir generalmente con el mayor de sus hijos.

    Hombre y mujer se complementan para la labor agrícola; los hombres tienen a su cargo la tumba o la roza (tumba cuando hay que derrumbar grandes árboles, roza cuando apenas se limpia una zona ya antes trabajada) y luego la quema, quedando así preparado el terreno para que llegue la mujer a sembrar, cosechar y recoger los frutos. El hombre también tiene a su cargo el limpiar, deshierbar, cazar y pescar.

    Los Noananás practican la endogamia tribal, o sea que no pueden casarse sino con personas de la misma tribu; pero siguen las leyes de exogamia con sus primos hermanos, no aceptándolos como cónyuges.

0 comentarios